El problema del gorrón (o free rider)

Se considera un gorrón a alguien que en un grupo de personas que trabaja para un propósito común aprovecha el trabajo colectivo y recibe los mismos beneficios que otros, aunque realiza un esfuerzo comparativamente inferior. Se trata, por lo tanto, de aquel que aprovecha un recurso por el que más personas han pagado, sin incurrir en costo alguno. El problema del gorrón surge cuando hay personas que se benefician de un bien sin haber contribuido a su financiación (Benegas 2002). Este tipo de situación ocurre porque los beneficios y los costos de la acción colectiva necesariamente se comparten. Como consecuencia, los miembros individuales tienen incentivos para intentar capturar una parte proporcional de las ganancias sin incurrir en un pago. Para que esto suceda, el bien debe poder ser mantenido sin necesidad de que el gorrón asuma su parte de los costos (Shughart y Thomas 2018).

Ejemplo:

En un residencial con 2500 casas, el alumbrado de las calles es un bien común. Cada vivienda debe pagar una cuota mensual de Q30 por dicho servicio. El individuo de la casa 2500 decide dejar de financiar su parte del alumbrado. A pesar de que este deje de incurrir en costos, el hecho de que el resto de casas continúe pagando por el servicio implica que las calles seguirán teniendo alumbrado. Por lo tanto, el individuo de la casa 2500 puede seguir gozando de los beneficios de este servicio sin pagar por él. Es un gorrón.

Referencias:

• Benegas, Alberto. 2002. «Bienes públicos, externalidades y los free-riders: el argumento reconsiderado». Libertas 28: 2-33.
• Shughart, William y Diana Thomas. 2018. «Interest Groups and Regulatory Capture». En The Oxford Handbook of Public Choice, editado por Roger Congleton, Bernard Grofman y Stefan Voigt, 585-603. Nueva York: Oxford University Press.