Otto R. Solórzano / / 16 de julio del 2020

COVID-19 en Guatemala: Una explicación a la baja ejecución

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La pandemia del COVID-19 ha superado ya los cien días en Guatemala. Acumulamos ya más de 20 mil casos y la pandemia sigue en crecimiento. Durante estos 100 días se han vuelto a poner en la mesa de debate varias carencias dentro del Estado guatemalteco. Estas van desde la deficiencia del sistema de salud hasta la baja ejecución presupuestaria. Esto nos lleva a hacernos una importante pregunta: a pesar de tener miles de millones disponibles dentro del presupuesto de emergencia para el COVID, ¿por qué la administración pública ha sido incapaz de ejecutar los fondos asignados? En las siguientes líneas compartiré mis reflexiones y una posible explicación a la baja ejecución. 

Durante estos 100 días se han vuelto a poner en la mesa de debate varias carencias dentro del Estado guatemalteco. Estas van desde la deficiencia del sistema de salud hasta la baja ejecución presupuestaria.

La primera variable a tener en cuenta es el hecho de que hay una nueva administración. El Gobierno actual es “nuevo”; llevaba pocos meses en el poder en el momento en que la pandemia hizo su ingreso en el país. Como es conocido: nuevo Gobierno, nuevos cargos.  La gran mayoría de directivos y altos funcionarios son desplazados y sus lugares son ocupados por personas de confianza de las autoridades recién designadas en cada cartera. Esto hace que los nuevos funcionarios no conozcan del todo los engorrosos y confusos  procesos internos dentro del mismo ministerio o dependencia, y, por supuesto, no digamos los que involucran trámites interinstitucionales. 

La segunda variable es, como ya mencionamos, la que conlleva los engorrosos y confusos trámites burocráticos que las leyes, reglamentos y demás exigen a la administración pública para poder ejecutar sus fondos asignados. Esto dificulta que los nuevos directivos a cargo de compras y procesos administrativo-financieros tengan el suficiente conocimiento del sector público para realizar sus funciones de la mejor manera. La carencia de este conocimiento genera un claro atraso y una posición desfavorable cuando se quieren ejecutar los presupuestos asignados.

Esto dificulta que los nuevos directivos a cargo de compras y procesos administrativo-financieros tengan el suficiente conocimiento del sector público para realizar sus funciones de la mejor manera.

No obstante, es cierto que en muchas ocasiones se culpa a los requisitos formales sin tomar en cuenta otras aristas del funcionamiento interno de la administración pública. Como en toda institución, también existen procesos o instituciones informales, como procesos internos no tipificados, que pueden causar retrasos en los procesos a los nuevos funcionarios. Aprender y conocer las dinámicas internas lleva tiempo. Esto también va acompañado de apoyos, en el mejor de los casos, u oposiciones por parte de los funcionarios fijos que causan retrasos en la ejecución y toma de decisiones. 

Fuente: Ministerio de Finanzas Públicas: https://www.minfin.gob.gt/seguimiento-de-estados-de-excepcion

Imagen 1: Estado de ejecución de los presupuestos de emergencia al 7 de julio del 2020

Un contraargumento a la explicación brindada puede ser que el Gobierno de Guatemala se encuentra en Estado de Calamidad Pública. Esta forma legal otorga a la admiración la capacidad de hacer compras y contrataciones de maneras mucho más “fáciles”. Sin embargo, a pesar de que llevamos 100 días así, esto no ha favorecido la ejecución del presupuesto. Esto nos enseña que la variable sobre la importancia del conocimiento administrativo del Estado es clave para poder ejecutar y administrar correctamente los presupuestos tanto en situación de emergencia como en situación de normalidad. 

Esto nos enseña que la variable sobre la importancia del conocimiento administrativo del Estado es clave para poder ejecutar y administrar correctamente.

Resulta claro que las compras y contrataciones del Estado han sido frenadas por la falta de comprensión de los esquemas de funcionamiento interno del Estado. Sumado a eso, el factor de “nuevo” directivo dentro del Gobierno combinado con los procesos internos y externos (formales  o informales) dentro de las diferentes dependencias del ejecutivo ha dificultado una ejecución presupuestaria rápida. Lo anterior nos lleva a decir que la importancia del servicio civil profesional es clave para poder ejecutar las políticas públicas dentro de una cartera, ya que nos ahorraría la curva de aprendizaje de los nuevos directivos.   

AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

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Otto R. Solórzano

Politólogo con especialización en comercio exterior del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la UFM. Ha sido miembro del equipo de Model UN y de la Asociación de Estudiantes William E. Gladstone. Es profesor auxiliar del curso de Pensamiento Crítico.

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