Adrián Ravier / / 12 de noviembre del 2020

La pandemia como un nuevo fundamento para la expansión del Estado moderno

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Diversos autores han estudiado los fundamentos históricos, políticos, ideológicos y económicos por los cuales se expande el tamaño del Estado a lo largo del siglo XX. Stefany Bolaños y yo resumimos en un ensayo los hallazgos encontrados. Entre los argumentos más expuestos encontramos estos: 1) la riqueza de las naciones; 2) el Estado de Bienestar; 3) la democracia; 4) el abandono del patrón oro; 5) el keynesianismo; y 6) el efecto trinquete, con las dos guerras mundiales y las grandes crisis económicas.

En este artículo pretendemos mostrar que una pandemia ofrece un nuevo fundamento para la expansión del Estado moderno, aspecto que, si bien no había sido caracterizado en el artículo comentado, sí puede tener relación con otros fundamentos señalados.

La riqueza de las naciones

Un prerrequisito para tener Estados modernos que representen de un 30 a un 60% del PIB es que las naciones hayan ampliado sus capacidades productivas. Sin economías de mercado que potencien la producción (como ocurrió en los últimos 200 años), sería estéril cualquier discusión para aumentar el tamaño del Estado. Ningún sindicalismo hubiera logrado “conquistas sociales” antes de la primera revolución industrial.

Ningún sindicalismo hubiera logrado “conquistas sociales” antes de la primera revolución industrial.

Aplicado a nuestro contexto, países más ricos como Alemania pudieron expandir más los paquetes de ayuda y los subsidios que los países más pobres.

El estado de bienestar y el paternalismo

Cierta cultura paternalista que observamos en diverso grado, pero que está presente en todo el mundo, permitió identificar un estado de Bienestar que extendió su mano visible sobre el mercado para intentar ofrecer alivio en un año complejo. Constituye un desafío para quienes trabajamos en las ideas la carga ideológica presente en elevados niveles en la sociedad, pues no permite observar que se sobreestima la ayuda estatal y se subestima la reacción del mercado, presente en millones de acciones emprendedoras, con su características creatividad e innovación.

Mayores grados de libertad y responsabilidad podrían haberse utilizado para enfrentar la pandemia con muchos menores costos que la cuarentena universal. Por el contrario, se ha permitido, y en muchos casos se ha pedido, que el Estado se haga presente en formas no convencionales avanzando sobre libertades individuales y derechos constitucionales.

Se ha permitido, y en muchos casos se ha pedido, que el Estado se haga presente en formas no convencionales avanzando sobre libertades individuales y derechos constitucionales.

La democracia y la imagen de los mandatarios

Si bien las medidas sanitarias de cuarentena universal impactaron negativamente en la actividad económica y el empleo, sorprende que la imagen de los gobiernos en los primeros meses tras el COVID haya incrementado los niveles de confianza sobre los mandatarios. Las mayorías piden a los gobiernos aplicar medidas duras frente al escenario de pandemia, obligando a la gente a permanecer guardada en su casa para evitar contagios y muerte. Piden más gasto, más subsidio, más paquetes de ayuda para empresas y personas. Los gobiernos responden con base en encuestas, pero la economía pone un límite al que las mayorías jamás han prestado atención.

El abandono del patrón oro y el sistema monetario moderno

El sistema monetario moderno, basado en bancos centrales con capacidad “ilimitada” para monetizar desequilibrios fiscales, ha inundado el globo de crédito dejando una situación de potenciales burbujas bursátiles, inmobiliarias y de commodities para el escenario post-COVID.

El keynesianismo y la política fiscal y monetaria

Las ideas de John Maynard Keynes, tan polémicas en los años 70 del siglo XX por los procesos de estanflación que generaron, vuelven ante la gran recesión del 2008 y en los años siguientes, pero más aún se potencian en un escenario de recursos ociosos como el que se visualiza en el 2020. Todos los gobiernos, sin excepción, enfrentan este contexto de recesión global con políticas de demanda. Combinan medidas fiscales y monetarias que nos dejarán con mayor nivel de gasto y déficit, lo que claramente dejará un contexto de desequilibrios fiscales y monetarios complejos para el desafío de recuperación posterior.

Todos los gobiernos, sin excepción, enfrentan este contexto de recesión global con políticas de demanda. Combinan medidas fiscales y monetarias que nos dejarán con mayor nivel de gasto y déficit.

El efecto trinquete y la pandemia

Robert Higgs mostró precisamente en su libro sobre la crisis del Leviatán que ante las dos guerras mundiales y la gran depresión de los años 30 los gobiernos expandieron el tamaño del Estado, pero tras los acontecimientos no retornaron a los niveles previos. Esto es precisamente lo que temo que ocurrirá ante la pandemia global. Una vez que la gente se prende a la teta del Estado, cuesta mucho que dejen de mamar. Los derechos adquiridos se extienden y ya no es posible retornar al nivel de gasto anterior.

Reflexión final

Me temo que la cuarentena universal aplicada ante el COVID-19 potenciará todos los fundamentos que explican la expansión del Estado moderno. Desde el punto de vista académico, pienso que estamos ante una variante del “efecto trinquete” reseñado por Robert Higgs. Su aplicación incluía conflictos bélicos y depresiones. Hoy debemos sumar epidemias y pandemias.

AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

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Adrián Ravier

Doctor en Economía, profesor de Análisis económico y Director de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas de ESEADE (Argentina). Profesor visitante de la Escuela de Negocios de la UFM y OMMA de Madrid.

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