Anika Lorenzana / / 3 de noviembre del 2021

Politics without romance: la política detrás del COVAX

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Al inicio de la pandemia, las transformaciones que comenzaron a suceder dentro de los diversos sistemas que engloban nuestras formas de vida fueron evidentes. En distintos grados, los efectos de este nuevo virus hicieron sentir sus impactos en el mundo. De manera conjunta se dio arranque a maquinarias de respuesta para la emergencia que el nuevo panorama presentaba.

Tanto a nivel internacional como nacional, organizaciones de toda índole comenzaron a conducir sus esfuerzos y recursos para la búsqueda de nuevas soluciones. Dentro de este contexto, nuevas problemáticas comenzaron a hacer eco: los actores de la sociedad política y civil surgían presentando posturas respecto a las respuestas que se presentaban.

Tanto a nivel internacional como nacional, organizaciones de toda índole comenzaron a conducir sus esfuerzos y recursos para la búsqueda de nuevas soluciones.

Cuando comenzaron a implementarse los planes de vacunación, los cuestionamientos respecto a el cómo fueron inevitables. Si bien era cierto que la ciencia comenzaba a desempeñar un papel clave, no había que olvidar que esta se encontraba dentro de la esfera de actuación de la política. La razón y manera detrás de los planes y programas de distribución de los actores, tanto internacionales como nacionales, debía ser analizada y revisada.

COVAX: un programa más que una política

A principios de diciembre de 2020 comenzó la aparición de un mercado de vacunas para el virus de la COVID-19. Luego de pasar por un riguroso examen, las distintas corporaciones farmacéuticas implementaron con ayuda de la OMS un sistema de distribución equitativa y global. La logística dentro de este proceso estuvo enfocada en trabajar con entidades gubernamentales y la cooperación internacional, a través de la iniciativa que se conoce como COVAX.

Para comienzos de octubre de 2021, el 46.1 % de la población mundial había recibido una dosis de alguna de las vacunas contra la COVID-19 y 22.81 millones de vacunas son administradas cada día. Junto a esto conviene añadir que en países de escasos recursos tan solo un 2.4 % de la población había recibido una de las dosis de las vacunas contra el virus.

Para comienzos de octubre de 2021, el 46.1 % de la población mundial había recibido una dosis de alguna de las vacunas contra la COVID-19

Evidentemente, el objetivo que la cooperación internacional y la industria farmacéutica fijaron para distribuir las vacunas ha encontrado un cuello de botella que no permite un acceso rápido a la población de las dosis fijadas. Sin mencionar, además, la disparidad que, las estadísticas revelan, ha tenido el suministro.

La capacidad para hacer frente a los programas y políticas públicas que estas organizaciones sugieren varía de país en país —nótese que se menciona antes la palabra programa a el concepto de política pública—. En análisis de las variables que han afectado hasta ahora, la consecución de estos objetivos abarca aspectos como procedimientos, asignación de recursos, distribución y consumo de vacunas.

También factores políticos, geográficos, culturales y socioeconómicos condicionan la capacidad de estas poblaciones de asegurar las dosis establecidas para una protección mínima contra el virus. Estas dificultades presentan un panorama que no solo obliga a replantear estrategias, sino que cuestiona la manera en cómo la política ha sido implementada hasta ahora por el sistema internacional.

La disponibilidad de vacunas

En relación con esto último, en un estudio, la Universidad de Oxford realizó una métrica encargada de establecer la capacidad de la política de vacunación por parte de las autoridades responsables. Las escalas son las siguientes:

  • No disponibilidad
  • Disponibilidad para uno de los siguientes sectores: trabajadores clave, grupos clínicamente vulnerables y personas mayores
  • Disponibilidad para dos de los grupos ya antes mencionados
  • Disponibilidad para todos los grupos ya mencionados
  • Disponibilidad para todos los grupos más parcialmente otros grupos disponibles (grupos selectos/edades)
  • Disponibilidad universal

En el siguiente gráfico se visualizan estas diferencias de manera clara, encontrándose Guatemala como país con disponibilidad para grupos vulnerables y otros. Estos datos fueron actualizados el 20 de septiembre de 2021 y reflejan un cambio absoluto de +4.00. Sin embargo, las fechas entre países y su actualización varían al igual que la establecida en el mapa a nivel global.

Para estimar la relevancia de las políticas públicas de los diferentes Gobiernos en el transcurso de la pandemia es importante identificar el papel que ha desempeñado dentro de todo este proceso la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS fue establecida para actuar como autoridad directa dentro del ámbito internacional respecto a la salud.

¿Es cierto que la distribución de vacunas por COVAX está siendo guiada por otros motivos que una distribución «equitativa»?

Como otra de sus funciones se encuentra el asistir a los Gobiernos en el requerimiento y el fortalecimiento de los servicios de salud. Entendiendo esto podemos comenzar a interpretar los datos presentados a través del public choice.

El premio Nobel en economía, James Buchanan, mencionó que «la política no es perfecta y public choice explica algunas razones porque esto es así». Aunque los políticos pueden ser bien intencionados, se puede entender que el interés particular también motiva a las personas y que, por lo tanto, es necesario poner barreras la discreción política.

El premio Nobel en economía, James Buchanan, mencionó que «la política no es perfecta y public choice explica algunas razones porque esto es así». Aunque los políticos pueden ser bien intencionados, se puede entender que el interés particular también motiva a las personas y que, por lo tanto, es necesario poner barreras la discreción política.

Por lo tanto, podemos inferir que el proceso de producción y distribución del programa COVAX esta permeado de errores e ineficiencias. La cadena, compuesta de agentes económicos y de actores políticos, ambos con intereses propios e irracionalidades, necesita mecanismos específicos y descentralizados que frenen los poderes arbitrarios de los mismos.

El problema aquí planteado sería el siguiente: ¿cómo conseguir que Gobiernos, aún con sus marcos legales debilitados, interioricen dentro de sus procesos estos contrapesos?, ¿Cómo medir la efectividad y el alcance de estos mismos marcos institucionales? Y finalmente, ¿cómo asegurar el mínimo de irregularidades dentro de la cadena de producción y distribución de la vacuna?

AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

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Anika Lorenzana

Internacionalista con especialización en comercio exterior egresada del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la UFM . Amante de la economía, la historia, la literatura y la música.

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