María Fernanda Ibarra / / 15 de mayo del 2019

¿Qué tipo de votante eres tú?

A line of voters stretches down the street as they wait for a polling site to open in New York, Tuesday, Nov. 8, 2016. (Photo: David Goldman/AP)

Las elecciones en Guatemala están cerca y muchos de nosotros todavía no sabemos por quién votar. Si esta es tu posición, ¡no te preocupes! En este artículo daremos algunas claves para entender por qué votamos de la forma en que votamos y así quizá entiendas mejor tu propio proceso de decisión. Public choice explica el comportamiento de los votantes, clasificándolos en tres tipos: el votante racionalmente ignorante, el votante expresivo y el votante racionalmente irracional (Holcombe, 2016). Quizá ahora no estés familiarizado con estos términos, pero es probable que cuando termines de leer te identifiques con alguno.

A la mayoría de las personas no les interesa la política o, por lo menos, no la consideran una prioridad, justificando su respuesta con frases como “a mi no me afecta”. Puede ser que lo sucedido en el 2015 haya despertado cierto interés por conocer más sobre nuestros gobernantes y sus funciones; sin embargo, esto no quiere decir que las personas estén informadas. Este es el caso del votante racionalmente ignorante, aquel que se informa, pero no lo suficiente. Su comportamiento se explica porque piensa que su voto no cambiará el resultado de las elecciones, y en muchos casos no le falta razón. Sin embargo, esto no quiere decir que no sea importante nuestra participación, ya que para fortalecer la democracia el voto es primordial (Holcombe, 2016). Probablemente, la mayoría de los votantes se encuentran en esta categoría, informándose acerca de lo básico para poder emitir el voto.

El comportamiento que acabamos de presentar es más frecuente en la primera vuelta, mientras que el votante expresivo es más habitual en la segunda. Muchas veces no sabemos qué es lo que queremos, pero sí sabemos qué es lo que no queremos; es aquí donde entra el votante expresivo. Él vota por el candidato más similar a él o contra el candidato cuyas propuestas no coinciden con su manera de pensar. De igual manera, este tipo de votante participa porque quiere ser miembro de cierto grupo que apoya a un candidato en particular. De esta forma, siente que su voto puede tener más peso (Holcombe, 2016). Los  guatemaltecos jugamos este rol cuando votamos para que quede el “menos peor”.

Por último, tenemos el votante racionalmente irracional. Este papel lo ejercen más aquellos a los que no les gusta tomar decisiones sin sustento. Este tipo de votante se informa absoluta o parcialmente; sin embargo, a diferencia del votante racionalmente ignorante, lo hace buscando información que refuerce su postura previa e ignorando aquella que contradiga sus ideas. Puesto que mantener la misma opinión no supone un costo para el votante, no tiene incentivos que le motiven a cambiar su forma de pensar (Holcombe, 2016).

A lo largo del artículo, hemos dado a conocer tres tipos de votantes: el racionalmente ignorante, el expresivo y el racionalmente irracional. Cabe resaltar que estos votantes no solo están en Guatemala, sino que se pueden encontrar en todo el mundo. Debemos entender que no informarse completamente acerca de los candidatos, es decir, no ser votantes instrumentales, no necesariamente implica que seamos irracionales, sobre todo en un contexto como el de las actuales elecciones en las que hay 23 candidatos. A pesar de ello, la política sí nos afecta a todos y, por ende, es importante emitir un voto consciente.

Referencias

  • Holcombe, R. (2016). Advanced Introduction to Public Choice. Massachusetts: Edward Elgar Publishing.

AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

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María Fernanda Ibarra