¿Ahora podemos decir #BrexitDone?
#GetBrixitDone fue el slogan con el que Boris Johnson, del Partido Conservador, ganó las elecciones de finales del 2019 en el Reino Unido. Al igual que otros países europeos, el Reino Unido se ha sumido en una crisis política que ha desembocado en elecciones constantes y cambios de primer ministro. Sin embargo, ahora podemos decir que los británicos tendrán gobierno —conservador— por un buen tiempo. Ahora bien, ¿cuál es el motivo de esta inestabilidad?, ¿cuál es la necesidad de elecciones periódicas? Mi respuesta para esto es el Brexit. En estas líneas, dejaré de un lado los pros y los contras del Brexit y me centraré en el análisis de las elecciones del 2019, acontecimiento clave para poder pasar el Withdrawal Agreement y cumplir la fecha de salida fijada para el 31 del mes pasado.
El primer vencido fue David Cameron, que duró solo horas después del resultado del referéndum del 2016. La batalla de la segunda mujer primera ministra inició con la esperanza de poder llegar a cumplir los deseos del pueblo británico y crear un Reino Unido fuerte y estable: “a global UK”. Sin embargo, sus intentos de triunfar fracasaron; tres votaciones en el Parlamento terminaron en derrota. Esto le llevó a su renuncia y a dejar el paso libre a un nuevo político. A pesar de ser considerado “radical”, Boris Johnson fue quien logró obtener esa mayoría en el Parlamento para poder aprobar el acuerdo de salida y ejecutar el Brexit.
Pero, ¿por qué se dificultó tanto poder llegar a ese consenso para poder ejecutar Brexit? Los sistemas parlamentarios, a pesar de favorecer la representación y el pluralismo, tienen un problema: la gobernabilidad. Si una de las fuerzas políticas con presencia en el Parlamento no tiene mayoría, se verá forzada a hacer coaliciones y acuerdos con las demás fuerzas electas. En el caso de que esto no sea posible, lo más probable es que haya una nueva ronda electoral. Bien lo rescata Randall Holcombe (2016) cuando dice: “parties will have to form coalitions to secure a majority and form government. The executive branch of government [en este caso el primer ministro] depends on this coalition remaining in place to support it”.
En el caso del Reino Unido, la situación giraba en un escenario más complicado. Las negociaciones con la Unión Europea eran tensas y esta se negó a cambiar el acuerdo alcanzado por Theresa May. No obstante, la salida de May y el ingreso de Johnson provocó una renegociación. Acuerdo viejo o nuevo, este tenía que ser ratificado por Westminster, por lo que la necesidad de tener una mayoría para aprobar el Withdrawal Agreement era la meta. Al no tener el apoyo de la mayoría para pasar el acuerdo, y a pesar de estar gobernando, la única salida que tuvo Johnson fue convocar nuevas elecciones.
No fue hasta que el partido conservador del Reino Unido aseguró una mayoría en Westminster con 80 parlamentarios cuando el acuerdo del Brexit obtuvo un voto favorable. A pesar de que el proceso llevará aproximadamente 10 meses, ahora no hay vuelta atrás. El nuevo acuerdo iniciará a regir las nuevas relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea. No obstante, en este artículo vemos la importancia de la formación de consensos para poder llevar a cabo políticas de alto impacto. En el caso del Brexit, la ausencia de consenso o la falta de votos llevó a renunciar a dos primeros ministros y a celebrar dos elecciones generales a costa de los contribuyentes.
AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.