Juan Carlos Ortega / / 23 de enero del 2020

Altos costos de parqueo: una explicación

Parqueo

Últimamente existe un rechazo generalizado por parte de la ciudadanía guatemalteca a los altos montos que centros comerciales cobran por el uso del parqueo. Esto ha llevado a que muchas personas propongan que se establezca un precio máximo a los mismos. Pero este tipo de política pública no sería efectiva para resolver el problema de los parqueos y tendría consecuencias no intencionadas bastante graves. 

Antes de entrar de lleno en el problema, hay que entender las razones por las que en los centros comerciales cobran el parqueo. En primer lugar, lo hacen para pagar las propias instalaciones. Es obvio que el parqueo también necesita seguridad, limpieza y mantenimiento y que deben buscar una forma de cubrir ese costo. Lo que no es tan obvio es que los centros comerciales deban cobrar el mantenimiento de sus instalaciones de manera explícita a los consumidores. La alternativa que tienen es aumentar la renta a las tiendas dentro del centro comercial y que estas, suban sus precios, transfiriendo el costo a los consumidores.

Esta forma de cubrir el costo no es poco común, el 94% de los centros comerciales de los Estados Unidos no cobra el parqueo de forma explícita a sus consumidores. Los profesores Kevin Hasker y Eren Inci estudian este fenómeno y encuentran que para los centros comerciales es más rentable no cobrar el parqueo. Esto se debe a que los centros comerciales no solo quieren atraer a las personas que seguramente van a comprar en el centro comercial, sino también a las que probablemente podrían comprar algo. Estas son las personas que están buscando algo que no saben si van a encontrar, personas que simplemente van a ver productos para comprarlos después, etc. Son precisamente estas las personas más adversas al costo del parqueo, ya que resulta razonable que no quieran pagar si no están seguras de que van a comprar algo. Por eso, cobrar el parqueo a los compradores de forma indirecta atrae a los indecisos y aumenta la probabilidad que estos compren en el centro comercial. 

Esta forma de cubrir el costo no es poco común, el 94% de los centros comerciales de los Estados Unidos no cobra el parqueo de forma explícita a sus consumidores.

Aunque esto suena muy bien, es importante hacer la aclaración que hacen los dos autores antes mencionados. Este modelo solo aplica en centros comerciales suburbanos, ya que si no se cobra parqueo en los centros comerciales de las grandes ciudades se corre el riesgo de que personas sin ninguna intención de comprar en el centro comercial utilicen el parqueo. Por lo tanto, desincentivar el uso del parqueo es la segunda razón para cobrar su uso y hacerlo de manera explícita. Ya que los centros comerciales entienden que la cantidad de espacio en sus parqueos es limitada, deben de buscar la forma de atraer a las personas que realmente  comprarán algo dentro del centro comercial. 

Sabiendo lo anterior, ¿qué pasaría si se pone un precio máximo a los parqueos? Los centros comerciales tendrían que buscar otras alternativas para cobrar el parqueo indirectamente. Como se mencionó anteriormente, al aumentar la renta a las tiendas dentro del centro comercial pueden cubrir el costo del parqueo cobrando el mismo a los consumidores de manera indirecta. 

Sabiendo lo anterior, ¿qué pasaría si se pone un precio máximo a los parqueos?

Más importante, y algo que sucedería no solo si se regularan los centros comerciales sino cualquier parqueo público, se estaría reduciendo el costo de dejar un carro en la ciudad. La consecuencia sería que muchas más personas estarían dispuestas a sacar sus carros e ir a los centros comerciales simplemente «a ver» y que otras personas tenderían a utilizar sus automóviles en vez de otros medios de transporte alternativos para ir al trabajo, ya que podrían dejarlos en cualquier parqueo a un costo mucho menor. Esto se traduciría en una mayor congestión en las calles de la ciudad y una menor disponibilidad de parqueos. 

Entonces, debemos darnos cuenta que los centros comerciales y  parqueos públicos usan los elevados costos del parqueo para intentar lidiar con la sobrecongestión de vehículos que aqueja a la Ciudad de Guatemala actualmente. Cualquier tipo de regulación que intente limitar este precio generaría consecuencias no intencionadas que tendrían un mayor efecto negativo en los usuarios de los parqueos.  

AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

Comparte este artículo:

Juan Carlos Ortega

Economista egresado de la UFM especializado en política y filosofía. Le interesa entender qué mueve a nuestros políticos, específicamente en temas de regulación local y diseño institucional.

Leer más de este autor