Martin Rode / / 14 de mayo del 2020

Crisis, intervención gubernamental e ideología política: unas reflexiones en el contexto actual

Crisis internacional

Desde el inicio de la crisis del COVID-19, se ha especulado mucho sobre sus efectos económicos globales y las posibles reacciones gubernamentales para intentar estabilizar la oferta y la demanda agregada en un contexto tan complicado como en el que nos encontramos. Recientemente, el economista liberal Juan Ramón Rallo ha explicado en una contribución de su video-blog los posibles efectos para la política económica en España, basándose principalmente en las ideas del economista e historiador estadunidense Robert Higgs sobre el efecto trinquete. Según Higgs, el Estado tiende a crecer de forma permanente en una crisis, debido al incremento de la carga impositiva (y reguladora) que, poco a poco, desplaza también nuestra opinión sobre lo que son niveles aceptables del intervencionismo gubernamental. El posible proceso y cómo los votantes llegamos a aceptar lo anteriormente impensable  con cierta rapidez está bien descrito en una contribución anterior en este blog por parte del profesor de la UFM, Olav Dirkmaat. En el actual contexto es interesante notar que estas crisis pueden ser de naturaleza política o económica, o ambas.

En un artículo conjunto del año 2019, el economista danés Christian Bjørnskov y yo nos preguntábamos si este efecto trinquete va variando según la ideología política del Gobierno que va implementando las políticas anticrisis. Preguntado de otra manera: ¿es verdad que un Gobierno económicamente liberal-conservador implementa políticas menos intervencionistas que uno socialdemócrata (o socialista) cuando tiene que enfrentarse a una crisis de naturaleza económica? En una muestra que observa 69 países a lo largo del periodo 1975 – 2015, encontramos indicios importantes de que gobiernos con una ideología económicamente más liberal tienden a aumentar el poder del Estado en menor medida que gobiernos con ideología económicamente más socialista. Esto es así tanto en términos del puro tamaño del Estado cómo en su intervencionismo regulador. En principio, esto tampoco son hallazgos muy sorprendentes.

¿Es verdad que un Gobierno económicamente liberal-conservador implementa políticas menos intervencionistas que uno socialdemócrata (o socialista) cuando tiene que enfrentarse a una crisis de naturaleza económica?

Lo realmente interesante en nuestros resultados es que un cambio de Gobierno no vuelve a cambiar esta situación. Salvo en casos muy excepcionales, la siguiente administración tampoco volverá a recortar el papel del Estado en la economía, sea cual sea su ideología. Dicho de otra manera: los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy en la España del año 2012 fueron una excepción, no la regla, porque prácticamente no tenían otra opción en ese momento por la complicada situación fiscal del país. Si un Gobierno recién elegido puede evitar este tipo de políticas, lo hará, porque los nuevos dirigentes saben perfectamente lo impopular que resultaría para la inmensa mayoría del electorado.

Un cambio de Gobierno no vuelve a cambiar esta situación. Salvo en casos muy excepcionales, la siguiente administración tampoco volverá a recortar el papel del Estado en la economía, sea cual sea su ideología.

Aquí unas palabras de cautela para los que piensan que los nuevos partidos nacional-populistas como VOX en España, la AfD en Alemania o el RN en Francia pueden ofrecer una solución política viable a este problema, especialmente si estas crisis les ayuda a llegar al poder. A pesar de algunas afirmaciones contrarias, estos partidos claramente no tienen un programa económicamente liberal, lo cual es fácilmente comprobable con la siguiente base de datos o con estudios basados en ella. Más bien es lo contrario: estos partidos se posicionan económicamente más a la izquierda que muchos partidos socialdemócratas, incentivando a estos mismos a posicionarse aún más a la izquierda como reacción al éxito electoral de aquellos. Todo esto indica que probablemente también incrementarían el tamaño del Estado más allá de lo que hacen muchos partidos liberal-conservadores en cuanto tienen que enfrentarse a una crisis económica y política como la actual.

Estos partidos se posicionan económicamente más a la izquierda que muchos partidos socialdemócratas, incentivando a estos mismos a posicionarse aún más a la izquierda como reacción al éxito electoral de aquellos.

Como nota final, nuestros resultados también indican que el aumento del tamaño del Estado no es necesariamente permanente y puede volver a reducirse de forma relativa a lo largo del tiempo, probablemente debido a un crecimiento económico sostenido. Esto último debería ser la mayor preocupación de nuestras políticas públicas, una vez que la situación sanitaria lo permita. 

AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

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Martin Rode

Profesor e investigador de la Universidad de Navarra en España. 

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