Descubriendo el «hoyo» en la administración local

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La primera vez que tuve contacto con la public choice theory —teoría de la opción pública— y pude conocer la forma en que las personas, los funcionarios y políticos actuaban fue como un golpe de knock out que me contaron hasta diez en la lona y un tanto más. Descubrí los principios generales del desinterés del votante al reconocer que su voto no cambiará absolutamente nada y que los políticos harán incrementos en los presupuestos de forma que les beneficie personalmente, ya sea económica o políticamente.

La primera vez que tuve contacto con la public choice theory —teoría de la opción pública— y pude conocer la forma en que las personas, los funcionarios y políticos actuaban fue como un golpe de knock out que me contaron hasta diez en la lona y un tanto más.

Estas reflexiones se hacen más evidentes cuando observamos el gran desastre que ha sucedido en la carretera que conduce al sur del país, en el kilómetro 14.5 de la carretera al Pacífico —CA-1 Sur— a la altura del municipio de Villa Nueva, la tercera locación con más habitantes del país y una de las carreteras con más tránsito diario de personas y mercancías en todo el territorio. En este gran desastre primero observamos la falta de responsabilidad de las dos instituciones involucradas, tanto la Municipalidad de Villa Nueva como el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda —MICIVI—. Al inicio del problema no se conocía si era un desastre que tenía que ver con la infraestructura de la carretera, con los colectores y desagües de la ciudad de Villa Nueva o si era un asunto provocado por un fenómeno meteorológico o sismológico. Independientemente si fuera provocado por un fenómeno de la naturaleza —si hubiese sido sismológico, no habíamos sufrido un evento mayor que lo justificara repentinamente—, reconocemos que la infraestructura debe estar preparada para resistir los fenómenos de la naturaleza.

Al pasar los días, y ante el primer intento de «chapucear» el desastre, entre gritos de corrupción porque los números de la cantidad de material vertido y dinero malgastado no dan, se empezó un trabajo para encontrar las causas correctas del problema. El desastre lleva más de cuatro semanas y no tiene aún un cronograma de finalización, provocando millones de pérdidas al país e incrementando el costo de los ciudadanos que deben pasar por allí, así como de todos los productos, que con seguridad utilizamos y consumimos todos.

Sin embargo, el problema pudo evitarse. El mantenimiento del colector es una obligación de las autoridades y hasta la fecha del desastre llevaba años sin ser revisado. En audiencias de ciertas autoridades del Gobierno ante el Congreso de la República, estas indicaron que no tienen planos del colector, su magnitud, longitud, etc. Un video de un funcionario de la Municipalidad de Villa Nueva, específicamente el director de Agua y Saneamiento, recorriendo por primera vez el colector por dentro —sin equipo de comunicación, equipo de protección, personal de respaldo, etc.— y con palabras de orgullo del alcalde por dicha inspección completamente a destiempo, únicamente como medida de comunicación de que sí se está trabajando, demostró todo lo contrario a su objetivo: no habían hecho ningún mantenimiento preventivo o predictivo no invasivo a este, además de poner en riesgo la vida del mencionado director de la municipalidad.

El mantenimiento del colector es una obligación de las autoridades y hasta la fecha del desastre llevaba años sin ser revisado.

El equipo de la Municipalidad de Villa Nueva se muestra como un equipo de trabajo arduo, posiblemente haciendo más cosas que la administración anterior o anteriores. Aunque no es la única autoridad que ha tenido ese tipo de problemas; no podemos olvidar los agujeros en la ciudad capital que han dañado la propiedad privada y, más importante aún, con saldo de personas fallecidas. ¿Cómo hacemos para que las autoridades prioricen lo importante y dejen de hacer aquello que tiene menos repercusiones a largo plazo y aquello que únicamente es cosmético y poco importante, pero que a los ojos de las administraciones genera votos para la reelección?

Ese es el gran dilema de la teoría de la opción pública: cambiar los incentivos de tal manera que el poder de los políticos sobre la posibilidad de utilizar los recursos presupuestarios sea menor, lograr que el votante tenga mayor interés en las elecciones y que los funcionarios no busquen complacer únicamente a grupos de interés particulares para asegurar su permanencia en el poder.

Ese es el gran dilema de la teoría de la opción pública: cambiar los incentivos de tal manera que el poder de los políticos sobre la posibilidad de utilizar los recursos presupuestarios sea menor.

En el caso de los servicios de Gobierno, y en el caso descrito, del gobierno municipal, tenemos pocas posibilidades, pero muy importantes y suficientes, que debemos tomar para obligar al Gobierno a realizar lo que de veras importa, y eso se podría hacer a través de leyes que blinden o que vuelvan obligatoria la inversión en los sistemas esenciales, como el caso de agua potable y sistemas sanitarios —desagües, drenajes, colectores, etc.—. Aunque nunca se nos debe olvidar que una de las mayores soluciones para esta clase de problemas es privatizar, no a través de contratos lesivos y corruptos, sino verdadera privatización que dé réditos a los inversionistas, siempre bajo un marco legal de cumplimiento.

AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

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José Carlos Ortega Santa Cruz

Bio Consultor en estrategia, productividad, comunicación y proyectos. Escritor por amor.

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