Laura Arce / / 16 de junio del 2020

El escándalo de corrupción de la FIFA y la teoría de la captura

FIFA

El 30 de abril de este año, las autoridades suizas anunciaron que retirarían algunos cargos de la investigación por corrupción contra el expresidente de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado, por sus siglas en francés), Sepp Blatter. Estos se remontan al escándalo de corrupción que enfrentó el máximo ente del fútbol mundial en el 2015, tras ser acusados varios de sus funcionarios de lavado de dinero y tráfico de influencias con respecto a la selección de sedes de las copas del mundo del 2010, 2018 y 2022. Pero ¿qué tiene que ver el fútbol con el public choice?

El fracaso de las políticas de transparencia implementadas por la FIFA tras el escándalo es el ejemplo perfecto de la teoría de la captura del public choice. Aún más importante, demuestra cómo el análisis de la elección pública es relevante también para entender los problemas que se dan en las formas políticas alternativas. 

El fracaso de las políticas de transparencia implementadas por la FIFA tras el escándalo es el ejemplo perfecto de la teoría de la captura del public choice.

Para comenzar el análisis es necesario explicar la teoría de la captura. Según Randall Holcombe, esta se da cuando un ente o agencia que fue creada para regular a otra termina actuando en favor del interés de aquel a quien originalmente debía regular. Esto se da porque, para poder regular, la agencia depende de la información que le brinda la institución en cuestión. Por ejemplo, tras los escándalos del 2015, la FIFA se comprometió públicamente a hacer una investigación y a publicar un informe para demostrar que los alegatos de corrupción no eran ciertos. El principal problema fue que muchos de los funcionarios del Comité Ejecutivo, el ente encargado de supervisar el resultado final del informe, eran parte de los que enfrentaban cargos por corrupción en el mismo caso. 

El principal problema fue que muchos de los funcionarios del Comité Ejecutivo, el ente encargado de supervisar el resultado final del informe, eran parte de los que enfrentaban cargos por corrupción en el mismo caso. 

Los funcionarios de la FIFA controlaban toda la información que se brindaba a la Comisión de Ética; incluso una vez terminado el informe, controlaban también la posibilidad de abrirlo al público. Por lo tanto, no nos debe sorprender que la FIFA se negara a publicar más que un pequeño resumen durante más de dos años. No fue hasta que el diario alemán Bild aseguró tener una copia cuando la FIFA optó por compartirlo y hacerlo público.

Podemos ver que se refleja la teoría de la captura por los incentivos que tenía cada uno de los actores involucrados en el caso. El principal propósito de la FIFA era brindar la menor información posible al investigador; pero que esta, al mismo tiempo, siguiera siendo suficiente para poder aparentar que buscaban transparencia. Los aficionados, a pesar de verse afectados, racionalmente deciden ser ignorantes con respecto al tema, pues saben que informarse de todos los detalles del escándalo implica altos costos de transacción. Mientras se mantuviera esta dinámica, la FIFA tenía el control de la información, y el ente regulador, en este caso la Comisión, había sido capturado por la FIFA, pues dependía directamente de su información. 

Si no hubiese sido por la filtración del informe, la Comisión probablemente seguiría capturada y no gozaríamos de la información del escándalo que poseemos actualmente. 

AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

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Laura Arce

Estudiante de Relaciones Internacionales con una especialización en Comercio Exterior del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la UFM. Le apasiona el fútbol, el debate y las formas políticas alternativas.

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