El maravilloso mundo del Brexit

Foto cortesía de Alexander Andrews

Ya han pasado varios años desde que el pueblo británico, por una diferencia muy ajustada y con los votos claramente distribuidos por regiones geográficas, decidiera deslindarse del proyecto común europeo. Valiéndose de mentiras y medias verdades, los políticos a favor de la salida argumentaban una severa pérdida de soberanía por parte del Reino Unido frente a Bruselas.

La libertad de movimiento, la supuesta supremacía del Parlamento Europeo sobre la Cámara de los Comunes o los millones que se pudieran haber destinado a NHS —Servicio Sanitario Nacional— fueron argumentos recurrentes para los brexiteers.

Poner barreras al comercio nunca sale bien

Poner barreras al comercio casi nunca sale bien. Mucho menos si se las pone al mercado común más grande del mundo y a tu socio principal.

Varias instituciones advirtieron de este peligro en su momento. A pesar de haber alcanzado ciertos acuerdos, años después, el peso de esas restricciones se deja sentir en tiempos de crisis en la economía británica.

El informe «Los beneficios del Brexit» del Gobierno Johnson

Sin embargo, esto contrasta con la visión optimista del actual Gobierno Johnson. Este mismo, para defender tanto la decisión como los acuerdos alcanzados, ha publicado un informe titulado «Los beneficios del Brexit» hace unas semanas.

Serán las lagunas de este último las que procederemos a analizar.

Los supuestos «logros del Brexit» son, como mínimo, cuestionables.

¿Logros cuestionables?

Es desde el primer apartado donde comienzan los problemas. Además de que el reporte esté escrito en un lenguaje increíblemente vago para un documento oficial del Gobierno, los supuestos «logros del Brexit» son, como mínimo, cuestionables.

Muchos de ellos no se veían imposibilitados por la membrecía en la Unión Europea —UE—.

Este es el caso de la intención de aumentar la inversión en los sectores de salud, infraestructura y energía nuclear. Nos encontramos con una situación similar cuando hablamos de los 7 nuevos «puertos libres».

Muchas de estas potenciales zonas francas se encontraban inoperativas por no haber renovado la legislación que las regía en 2012, no por la membrecía en la Unión Europea. En todo caso, destacarlos es un ejercicio inútil.

Poner barreras al comercio casi nunca sale bien. Mucho menos si se las pone al mercado común más grande del mundo y a tu socio principal.

Los logros que no tienen nada que ver con el Brexit no son la única flaqueza del reporte gubernamental. Los beneficios que han traído las nuevas competencias en materia de justicia y comercio, comparados con las pérdidas, tampoco parecen estar muy claros.

El nuevo sistema de inmigración por cuotas

Este es el caso del nuevo sistema de inmigración por cuotas, impuesto para acabar con la libertad de movimiento que impera dentro de la UE y el espacio Schengen.

Los trámites burocráticos necesarios en los procesos migratorios ya le han causado enormes problemas a la economía británica.

Los trámites burocráticos necesarios en los procesos migratorios ya le han causado enormes problemas a la economía británica. El ejemplo más claro de esto es la reciente crónica falta de camioneros —antes de nacionalidad extranjera— para transportar gasolina en uno de los momentos álgidos de la pandemia el año pasado.

¿Qué tanto benefician los acuerdos de libre comercio recientemente firmados?

También se cuestiona seriamente la ganancia real de los 37 nuevos acuerdos de libre comercio firmados por las islas. Muchos de los mencionados documentos replican casi al pie de la letra el marco regulatorio que estos países ya tenían con la UE.

El informe del Gobierno Johnson es un poco más que 100 páginas de buenas intenciones, omisión de información y un claro intento por salvaguardar la imagen de un Gobierno en crisis.

Mientras tanto, el UK Trade Policy Observatory señaló que se habían perdido más de 44 mil millones de libras en los primeros siete meses de comercio pos-Brexit entre las islas y el continente. La gran apuesta para tapar ese hoyo, el acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos de Trump, tampoco se concretó.

Conclusiones: el informe del Gobierno Johnson es una farsa

Ninguno de estos beneficios está claro, y no hay ninguna propuesta específica para un nuevo marco regulatorio favorable a la empresa.

El reporte es un poco más que 100 páginas de buenas intenciones, omisión de información y un claro intento por salvaguardar la imagen de un Gobierno en crisis.

La Unión Europea no impedía a Reino Unido alcanzar la prosperidad y el alejarse del proyecto europeo no parece ser un camino claro hacia ella.

La Unión Europea no impedía a Reino Unido alcanzar la prosperidad y el alejarse del proyecto europeo no parece ser un camino claro hacia ella. Mientras el Gobierno siga ignorando la realidad, el maravilloso mundo del Brexit seguirá siendo una fantasía.

AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

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Alessandro Mecca Acevedo