El escritor español Francisco Pérez de Antón recientemente publicó una nueva obra titulada La corrupción de un presidente sin tacha.
La historia trata de un joven arquitecto de apellido Sanabria, quien es
electo como presidente de Guatemala, impulsado por una coalición
política que, a pesar de prometer una reforma política en el país,
aglutina a viejos actores de la política tradicional. El villano de la
historia, un personaje llamado Tulio, vicepresidente electo y principal
operador del partido, se enfrenta a Sanabria en una pugna de egos
personales y de visiones sobre cómo debería ser y funcionar la política.
En ese sentido, mientras Tulio representa el pragmatismo de la política
sin valores, Sanabria se caracteriza por una fuerte noción del deber
ser que, aunque loable, no necesariamente le genera réditos políticos.
Desde mi perspectiva, este libro plantea algunos conceptos del public choice. En este espacio, describiré brevemente dos de ellos.
Primero,
los personajes de la obra muestran que el fin último del político es
maximizar su beneficio personal; este puede incluir bienes materiales
concretos como la riqueza, pero también aspectos de tipo psicológico y
social como el prestigio y la fama. En ese sentido, Tulio busca aumentar
su riqueza a través de negocios públicos, pero también su prestigio
como un operador pragmático y efectivo. Por su parte, a Sanabria no le
mueve el deseo de aumentar su patrimonio personal, pero sí anhela ser
bien visto por la opinión pública. En efecto, en uno de los diálogos
entre los personajes, Sanabria muestra su preocupación por la opinión
pública cuando dice: “la opinión fue decisiva en las caídas de Serrano y
Otto Pérez. Una vez que se pierde, no hay modo de recuperarla” (Pérez
de Antón, 2019, p. 26). A esto, Tulio responde “la opinión es como el
güisquil, 98 por ciento agua y el resto materias inútiles” (Pérez de
Antón, 2019, p. 27).
Segundo,
la novela reafirma la noción de la política como intercambio. En los
primeros capítulos del libro, el presidente Sanabria se enfrenta a los
miembros de su gabinete, quienes desean la aprobación de un
megaproyecto, el cual además de representarles ganancias personales,
podría aumentar su popularidad ante la opinión y garantizar el apoyo de
otros actores políticos. En dicho debate, los actores se plantean la
moralidad del proyecto. Mientras Sanabria cuestiona la fuente de los
recursos —de origen ilícito—, el resto argumenta que siempre y cuando todos reciban beneficios, no hay ningún tipo de peligro (Pérez de Antón, 2019).
Por su
parte, aunque Sanabria se opone al negocio propuesto, al final de la
obra también actúa bajo el principio del intercambio. Al conocer de los
negocios ilícitos de Tulio, Sanabria lo amenaza con denunciarlo, a menos
que Tulio utilice su capacidad política para asegurar el apoyo de la
coalición para introducir las reformas políticas demandadas por los
guatemaltecos. En ese sentido, aunque Sanabria no recibe un beneficio
personal económico, sí aumenta la probabilidad de obtener su gran deseo:
ser reconocido por los votantes como un presidente reformista.
La obra de Pérez de Antón genera varias preguntas que son parte del debate intelectual en la perspectiva del public choice.
Por ejemplo, si los políticos y burócratas buscan maximizar su
beneficio, ¿es posible crear políticas que beneficien a los ciudadanos?
¿Se puede entrar en la política y sobrevivir sin caer en la corrupción?
La visión del autor podría mostrarse al final de la obra, donde Sanabria
se siente optimista ante la posibilidad de emprender una reforma
política en el país, haciendo uso de tácticas políticas sin caer en
corrupción. Pero ¿cuál sería la probabilidad de que esto suceda alguna
vez en la vida real?
Referencias
- Pérez de Antón, F. (2019). La corrupción de un presidente sin tacha. México: Grijalbo México.